sábado, 16 de febrero de 2008

PASTORAL JUVENIL PARROQUIA CRISTO REY CARDENAS S.L.P.: ¿Qué es la Pascua?

PASTORAL JUVENIL PARROQUIA CRISTO REY CARDENAS S.L.P.: ¿Qué es la Pascua? DE JOVEN A JOVEN

¿Qué es la Pascua?

El tiempo pascual comprende cincuenta días (en griego = "Pentecostés", vividos y celebrados como un solo día: "los cincuenta días que median entre el domingo de la Resurrección hasta el domingo de Pentecostés se han de celebrar con alegría y júbilo, como si se tratara de un solo y único día festivo, como un gran domingo" (Normas Universales del Año Litúrgico, n 22). El tiempo pascual •Es el más fuerte de todo el año, que se inaugura en la Vigilia Pascual y se celebra durante siete semanas hasta Pentecostés. •Se inaugura en la Vigilia Pascual y se celebra durante siete semanas, hasta Pentecostés. •Es la Pascua (paso) de Cristo, del Señor, que ha pasado de la muerte a la vida, a su existencia definitiva y gloriosa. •Es la pascua también de la Iglesia, su Cuerpo, que es introducida en la Vida Nueva de su Señor por medio del Espíritu que Cristo le dio el día del primer Pentecostés. •Los judíos tenían ya la "fiesta de las semanas" (Dt 16,9-10), fiesta inicialmente agrícola y luego conmemorativa de la Alianza en el Sinaí, a los cincuenta días de la Pascua. •Los cristianos organizaron muy pronto siete semanas, pero para prolongar la alegría de la Resurrección y para celebrarla al final de los cincuenta días la fiesta de Pentecostés: el don del Espíritu Santo. •Ya en el siglo II tenemos el testimonio de Tertuliano que habla de que en este espacio no se ayuna, sino que se vive una prolongada alegría. Unidad de la Cincuentena Pascual •La liturgia insiste mucho en el carácter unitario de estas siete semanas. •La primera semana es la “octava de Pascua”, en la que ya por tradición los bautizados en la Vigilia Pascual, eran introducidos a una más profunda sintonía con el Misterio de Cristo que la liturgia celebra. •La "octava de Pascua" termina con el domingo de la octava, llamado "in albis", porque ese día los recién bautizados deponían en otros tiempos los vestidos blancos recibidos el día de su Bautismo. •Dentro de la Cincuentena se celebra la Ascensión del Señor, no necesariamente a los cuarenta días de la Pascua, sino el domingo séptimo de Pascua, porque la preocupación no es tanto cronológica sino teológica, y la Ascensión pertenece sencillamente al misterio de la Pascua del Señor. •Y concluye todo con la donación del Espíritu en Pentecostés. •La unidad de la Cincuentena que da también subrayada por la presencia del Cirio Pascual encendido en todas las celebraciones, hasta el domingo de Pentecostés. •Los varios domingos no se llaman, como antes, por ejemplo, "domingo III después de Pascua", sino "domingo III de Pascua". •Las celebraciones litúrgicas de esa Cincuentena expresan y nos ayudan a vivir el misterio pascual comunicado a los discípulos del Señor Jesús. •Las lecturas de la Palabra de Dios de los ocho domingos de este Tiempo en la Santa Misa están organizadas con esa intención. •La primera lectura es siempre de los Hechos de los Apóstoles, la historia de la primitiva Iglesia, que en medio de sus debilidades, vivió y difundió la Pascua del Señor Jesús. •La segunda lectura cambia según los tres ciclos: la primera carta de San Pedro, la primera carta de San Juan y el libro del Apocalipsis. El Cirio Pascual •Es el símbolo más destacado del Tiempo Pascual. •La palabra "cirio" viene del latín "cereus", de cera. El producto de las abejas. •El cirio más importante es el que se enciende en la vigilia Pascual como símbolo de Cristo – Luz, y que se sitúa sobre una elegante columna o candelabro adornado. •Es ya desde los primeros siglos uno de los símbolos más expresivos de la Vigilia. •En medio de la oscuridad (toda la celebración se hace de noche y empieza con las luces apagadas), de una hoguera previamente preparada se enciende el Cirio, que tiene una inscripción en forma de cruz, acompañada de la fecha del año y de las letras Alfa y Omega, la primera y la última del alfabeto griego, para indicar que la Pascua del Señor Jesús, principio y fin del tiempo y de la eternidad, nos alcanza con fuerza nueva en el año concreto que vivimos. •Al Cirio Pascual se le incrusta en la cera cinco granos de incienso, simbolizando las cinco llagas santas u gloriosas del Señor en la Cruz. •En la procesión de entrada de la Vigilia se canta por tres veces la aclamación al Cristo: "Luz de Cristo. Demos gracias a Dios", mientras progresivamente se van encendiendo los cirios de los presentes y las luces de la iglesia. •Luego se coloca el cirio en la columna o candelabro que va a ser su soporte, y se proclama en torno a él, después de incensarlo, el solemne Pregón Pascual. •Además del simbolismo de la luz, el Cirio Pascual tiene también el de la ofrenda, como cera que se gesta en honor de Dios, esparciendo su Luz. •“Acepta, Padre Santo, el sacrificio vespertino de esta llama, que la santa Iglesia te ofrece en la solemne ofrenda de este cirio, obra de las abejas. Sabemos ya lo que anuncia esta columna de fuego, ardiendo en llama viva para gloria de Dios... Te rogamos que este Cirio, consagrado a tu nombre, para destruir la oscuridad de esta noche". •El Cirio Pascual estará encendido en todas las celebraciones durante las siete semanas de la cincuentena pascual, al lado del ambón de la Palabra, hasta la tarde del domingo de Pentecostés. •Una vez concluido el tiempo Pascual, conviene que el Cirio se conserve dignamente en el baptisterio. •El Cirio Pascual también se usa durante los bautizos y en las exequias, es decir al principio y el término de la vida temporal, para simbolizar que un cristiano participa de la luz de Cristo a lo largo de todo su camino terreno, como garantía de su definitiva incorporación a Luz de la vida eterna. El triduo pascual •La palabra triduo en la práctica devocional católica sugiere la idea de preparación. •A veces nos preparamos para la fiesta de un santo con tres días de oración en su honor, o bien pedimos una gracia especial mediante un triduo de plegarias de intercesión. •El triduo pascual se consideraba como tres días de preparación a la fiesta de pascua; comprendía el jueves, el viernes y el sábado de la semana santa. Era un triduo de la pasión. •El triduo se presenta no como un tiempo de preparación, sino como una sola cosa con la pascua. Es un triduo de la pasión y resurrección, que abarca la totalidad del misterio pascual. •Cristo redimió al género humano y dio perfecta gloria a Dios principalmente a través de su misterio pascual: muriendo destruyó la muerte y resucitando restauró la vida. El triduo pascual de la pasión y resurrección de Cristo es, por tanto, la culminación de todo el año litúrgico. Duración exacta del triduo •El triduo comienza con la misa vespertina de la cena del Señor, alcanza su cima en la vigilia pascual y se cierra con las vísperas del domingo de pascua. •Esta unificación de la celebración pascual es más acorde con el espíritu del Nuevo Testamento y con la tradición cristiana primitiva. •El mismo Cristo, cuando aludía a su pasión y muerte, nunca las disociaba de su resurrección. En el evangelio del miércoles de la segunda semana de cuaresma (Mt 20,17-28) habla de ellas en conjunto: "Lo condenarán a muerte y lo entregarán a los gentiles para que se burlen de él, lo azoten y lo crucifiquen, y al tercer día resucitará". •Esos tres días, que comienzan con la misa vespertina del jueves santo y concluyen con la oración de vísperas del domingo de pascua, forman una unidad, y como tal deben ser considerados. •La pascua cristiana consiste esencialmente en una celebración de tres días, que comprende las partes sombrías y las facetas brillantes del misterio salvífico de Cristo. •Las diferentes fases del misterio pascual se extienden a lo largo de los tres días como en un tríptico: cada uno de los tres cuadros ilustra una parte de la escena; juntos forman un todo. Cada cuadro es en sí completo, pero debe ser visto en relación con los otros dos. •Tanto el viernes como el sábado santo, no forman parte de la cuaresma. •La cuaresma comienza el miércoles de ceniza y concluye el jueves santo, excluyendo la misa de la cena del Señor. •El viernes y el sábado de la semana santa no son los últimos dos días de cuaresma, sino los primeros dos días del "sagrado triduo". La unidad del misterio pascual tiene algo importante que enseñarnos. •Nos dice que el dolor no solamente es seguido por el gozo, sino que ya lo contiene en sí. •Jesús expresó esto de diferentes maneras. Por ejemplo, en la última cena dijo a sus apóstoles: "Vosotros os entristeceréis, pero vuestra tristeza se cambiará en alegría" (Jn 16,20). •Parece como si el dolor fuese uno de los ingredientes imprescindibles para forjar la alegría. •La metáfora de la mujer con dolores de parto lo expresa maravillosamente. Su dolor, efectivamente, engendra alegría, la alegría "de que al mundo le ha nacido un hombre". Todo el ciclo de la naturaleza habla de vida que sale de la muerte: "Si el grano de trigo, que cae en la tierra, no muere, queda solo; pero si muere, produce mucho fruto" (Jn 12,24). La resurrección es nuestra pascua; es un paso de la muerte a la vida, de la oscuridad a la luz, del ayuno a la fiesta. El Señor dijo: "Tú, en cambio, cuando ayunes, úngete la cabeza y lávate la cara" (Mt 6,17). El ayuno es el comienzo de la fiesta. •El sufrimiento no es bueno en sí mismo; por tanto, no debemos buscarlo como tal. •La postura cristiana referente a él es positiva y realista. •En la vida de Cristo, y sobre todo en su cruz, vemos su valor redentor. •El crucifijo no debe reducirse a un doloroso recuerdo de lo mucho que Jesús sufrió por nosotros. •Es un objeto en el que podemos gloriarnos porque está transfigurado por la gloria de la resurrección. Nuestras vidas están entretejidas de gozo y de dolor. Huir del dolor y las penas a toda costa y buscar gozo y placer por sí mismos son actitudes equivocadas. El camino cristiano es el camino iluminado por las enseñanzas y ejemplos de Jesús. Es el camino de la cruz, que es también el de la resurrección; es olvido de sí, es perderse por Cristo, es vida que brota de la muerte. El misterio pascual que celebramos en los días del sagrado triduo es la pauta y el programa que debemos seguir en nuestras vidas.

jueves, 1 de noviembre de 2007

M.J.V.C.

MOVIMIENTO DE JORNADAS DE VIDA CRISTIANA
Jesús es el pastor que guía nuestros pasos en este movimiento.
Ojalá que tú, joven jornadista entregues tu vida envangelizando a la juventud de nuestro mundo.Retomando como ejemplo al Maestro que nos enseñó a través de su palabra y actitudes al igual que la Virgen María.No olvides la esencia y el carisma que posee un jornadista.Así como el amor a servir a los demás especialmente a los más necesitados. De nosotros depende hacer del MJVC un verdadero camino hacia el ... Amor y la construcción del Reino de Dios.Sigue aumentando tu fe, amor, esperanza, caridad y tendrás una vida plena.

GRUPO JUVENIL CRISTO REY

La inautenticidad es una nota desafinada en la sinfonía del hombre auténtico, o como una grieta en la pared del hombre maduro. Se da por muchas causas. a. El "respeto humano" La inautenticidad causada por el "qué dirán" consiste en adecuar el comportamiento a lo que los demás esperan de uno y no a lo que dictan las convicciones y opciones personales. No cabe duda de que está bien y es un acto de caridad pensar en el efecto que el propio obrar tiene sobre los demás. El peligro está en absorber o incorporar comportamientos falsos, como si se tratara de ponerse una máscara para representar un papel. El "respeto humano" es una de las formas más comunes de inautenticidad. Su causa se encuentra en una falta de valor personal, por la cual las convicciones se quebrantan ante la presencia de los demás. Cuando esto ocurre, el comportamiento ya no sale de lo profundo, sino del "qué dirán" de los demás. Como aquellos cristianos que rehuyen profesar su fe en público por miedo al "que dirán" o al simple hecho de ser ridiculizados. La inautenticidad es un escollo muy sutil, por eso el esfuerzo de superación tiene que ser constante. Ésta se puede dar en personas consagradas que hacen mucho en nombre de Dios, pero realmente actúan movidas sólo por la estima de los demás, para no ser menos que los demás, o para sentirse realmente entregados o realizados en su misión, capaces, sobre todo cuando hay alguien que les observe. La manera real de superar este defecto es la autoconvicción arraigada en la opción por amar a Dios sobre todas las cosas. Se trata de un esfuerzo continuo y consciente de amar a Dios en la vida cotidiana de tal manera que él sea el criterio habitual del obrar. b. El conformismo El segundo tipo de inautenticidad brota del conformismo: cuando el cristiano, al margen de la propia opción por Cristo, se conforma con valores, actitudes y comportamientos del medio ambiente y de las pasiones. Podemos distinguir entre el conformismo de las costumbres y el conformismo de las ideas aunque en la realidad los dos se entremezclan. En el primer caso, tenemos las personas que siguen la moda: vestidos, comportamientos, coches, hábitos, etc. En el caso de un cristiano este conformismo puede darse en la adaptación a una conducta inspirada en modelos mundanos, en su comportamiento, en su manera de juzgar la realidad, etc. El otro tipo de conformismo es todavía más insidioso. Se da entre jóvenes y adultos inmaduros. En el joven hay un afán de autoafirmarse; querría inventar todo de nuevo; quiere ser diferente, lo cual es muy bueno en sí. Ahora bien, el conformismo ocurre cuando este afán viene aprovechado por intereses y fuerzas ajenas al joven mismo. Se convierte así en un conformista ideológico de tipo político, social o simplemente en un rebelde. Dicho esto, es preciso añadir que el esfuerzo por evitar el conformismo y por actuar según principios personales e íntimos no significa caer en una rigidez cerrada. Se trata de tener una base de convicciones que servirán como plataforma para relacionarme con el mundo y no para romper el contacto con los demás. c. La falta de identidad de vida Hay personas que no se entregan plenamente a lo que son y a lo que profesan. Por eso crean en sí mismos un vacío que tienen que llenar, puesto que carecen de una identidad; esto les conduce a adoptar papeles falsos o a buscar notoriedad de diversas maneras. En el primer caso, se encuentra el tipo literato, el tipo culto, el tipo artístico, el tipo músico, el tipo social, el tipo filósofo, el tipo intelectual, el tipo práctico, el tipo incomprendido, el tipo piadoso, aun el tipo místico. Sí, claro que estos tipos se dan o se pueden dar en personas auténticas como una característica fundamental bien identificada con su vocación. La inautenticidad aparece cuando se adoptan estos papeles como compensaciones inmediatas, pero falsas, que crean la inautenticidad de vida. Sólo pueden acabar en el fracaso ya que no llenan un vacío sino que sólo consiguen taparlo. El segundo tipo se da en personas que buscan llamar la atención de los demás hasta llegar a un comportamiento que contradice su propio credo íntimo. Es siempre una obra del "yo" que busca afirmarse y ser tenido en cuenta por los demás. Los caminos son innumerables: el hábito sistemático de opinar diversamente de los demás, un comportamiento social muy obsequioso, la ubicación dentro de un grupo selecto de personas cerrado a los demás, la búsqueda constante de modos de destacar dentro del grupo, etc. Una persona que vive de una manera habitual en desacuerdo con su opción no puede ser auténtica. Habiendo visto ya qué es la autenticidad y cuáles son sus principales enemigos, podemos resumir todo lo dicho en esta frase "ser tú mismo y no una máscara". Ciertamente hay que precisar, porque puede interpretarse como una invitación a dar curso libre a todo lo que se siente, tesis que rechazamos. Se trata de conocer al hombre, su fin, y actuar coherentemente según eso. Por supuesto, no es una tarea que se pueda llevar a cabo sin actitudes de sinceridad vital, de coherencia lógica en el comportamiento, de introspección profunda, de autosuperación. Esto no se adquiere en un día, sino a través del esfuerzo diario y sereno. Hay que ir poco o poco conociéndose y obrando con veracidad, sabiendo bien que "la verdad os hará libres". El que de veras quiere formarse percibirá la necesidad de conocerse bien a sí mismo. No se puede comenzar a trabajar en forma alocada y ciega. Se requiere, para conseguirlo, un conocimiento del fin y de la base donde se parte. El fin está marcado por la identidad del cristiano maduro. El punto de partida y la base sobre la cual se ha de construir la personalidad madura son propios de cada uno y para llegar a conocerlos se requiere una seria labor de introspección. Entran en juego aquí los elementos de la conocida tríada: conócete, acéptate, supérate.

PASCUA JUVENIL 2008

!Cristo Vive… Decídete y acepta tu misión! Objetivo: Sembrar y hacer conciencia en el joven y adolescente el valor de ser discípulo y misiones mediante su testimonio que anuncia a Cristo Vivo para ser tierra fértil en la Iglesia del México de hoy. para obtener informacion escribenos a : jjuanramos@hotmail.com

ARCOIRIS

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Dentro del corazón de cada adolescente hay una gema de santidad lista para abrirse y perfumar el universo. Pero es necesario educar y ayudar a romper el cascarón que la encierra, para que se transforme de una gema bruta en una gema de amor. PRINCIPIOS ESPIRITUALES COMPROMISO OBJETIVOS LUGARES DE REUNION LOGROS METODOS Y MEDIOS DE ACCION